Los beneficios de los masajes para bebés

Los beneficios de los masajes para bebés son realmente increíbles ya que funcionan tanto para facilitar el sueño como para aliviar gases, así que... ¡El poder está en tu tacto😝!

No eres la única que ansía un masaje relajante de vez en cuando. Los bebés también encuentran muy relajantes los masajes, de hecho ponen caras súper graciosas cuando unas manos suaves frotan su bonita piel. Esto se debe a los sentidos, el tacto es el que está más desarrollado al nacer, y hay investigaciones que apuntan que los masajes en los bebés tienen enormes beneficios en el desarrollo

¿Cómo puede el masaje infantil beneficiar a tu bebé?

Los masajes en los bebés les ayudan a aliviar los problemas de estómago, las molestias y dolores de la dentición, estimulan su desarrollo muscular y les relajan, por lo que les facilitan el sueño. Pero las ventajas no se detienen ahí: el hecho de acariciar y frotar al niño también fortalece los vínculos mamá-recién nacido.

Puedes comenzar con estos suaves masajes el día que traigas al bebé a casa. También puedes animar a tu pareja a probar con los masajes en el bebé, ya que esta es una buena forma para fortalecer los lazos afectivos existentes entre el padre y el bebé.

Esto es lo que debéis tener en cuenta antes de comenzar con los masajes para bebés:

• Haz que el masaje infantil sea parte de su rutina diaria. Hacerle masajes a tu bebé a la misma hora provocará que el niño espere con ansias el momento masaje. Respecto a la hora concreta, lo ideal es que elijas un momento en el que no te sientas apurada. No intentes hacer una sesión mientras el bebé tiene la barriga vacía, ya que no disfrutará de los frota-panzas, ni cuando esté demasiado llena, porque es probable que escupa la comida.

• Si tienes pensado usar aceite, escoge uno no comestible ni perfumado y que sea un aceite de fruta o vegetal prensado en frío. En principio, no necesitarás aceite para masajear al niño de la manera correcta, pero será más placentero para ambos si tus manos se deslizan más fácilmente sobre su suave piel. Las buenas opciones incluyen los aceites de oliva o de coco. Estos aceites se absorben fácilmente en la piel del bebé y se digieren fácilmente cuando su pequeño se chupa las manos o los dedos. 

• Escoge un área que sea cómoda para ambos, y cálida - por lo menos 26-27°- para que el recién nacido no se resfríe mientras se está relajando con su masaje. Puedes masajear al pequeño en el cambiador, en su cama (ponga una toalla debajo para evitar manchas de aceite en su edredón), incluso en la alfombra (usa una toalla ahí también). Añade un poco de música de fondo relajante o simplemente usa el tiempo para hablar y cantar a tu bebé.

• Sigue las señales que te da el bebé. A nadie le gusta que le den masajes cuando no está de humor, y eso también es algo que debes tener en cuenta. Si se da la vuelta o frunce el ceño o llora , espera a hacer la sesión más tarde. Y recuerda, no tienes que dar un masaje de cuerpo entero cada vez. Si el bebé decide que ya ha tenido suficiente después de que le hayas frotado las piernas y los pies, también está bien.

• Haz los masajes con suavidad y no apliques demasiada presión o será abrumador. Otro consejo inteligente del libro de jugadas de masaje infantil: Acariciar lejos del corazón (del hombro a la muñeca, por ejemplo) es relajante, y por lo tanto más adecuado para masajes antes de la siesta o antes de la cama. Acariciar hacia el corazón (de la muñeca al hombro) es más estimulante y más adecuado para cuando el bebé esté despierto y activo. También puedes hacer un combo.

Movimientos de masajes infantiles para bebés para que puedas comenzar

• Piernas y pies. Sostén el talón del bebé con una mano; con la otra, comienza por la parte superior del muslo y lentamente acaricia hasta el tobillo, apretando suavemente la pierna a medida que avanza, como si estuviera ordeñando a una vaca. Invierta el movimiento y pase del tobillo al muslo. Luego frote los pies con los pulgares, desenrollando suavemente y acariciando los dedos de los pies. Cambia de pierna. Usted puede hacer los mismos movimientos en los brazos y manos.

• Cabeza. Comience con sus manos a ambos lados de la cabeza de su bebé, luego pase sus manos por ambos lados de su cuerpo, desde la cabeza hasta los dedos de los pies. Luego, dibuje pequeños círculos en la cabeza de su bebé con las yemas de los dedos.

• Cara. Doble sus manos (como si estuviera orando) sobre la frente de su bebé, luego empuje suavemente hacia afuera desde el centro. Luego, use su pulgar para dibujar una sonrisa en la cara de su bebé acariciando desde una mejilla, a través del labio superior hasta la otra mejilla. Repita en el labio inferior.